El Ayuntamiento de Santo Domingo Este (ASDE) ha sumido a la ciudad en un torbellino de dudas con la adjudicación de un contrato por RD$49,400,000 a Ck Trans Motors, SRL, para el mantenimiento de camiones recolectores Shacman y T-King, bajo la modalidad de «servicio de excepción». Este proceso, justificado como proveedor único sin pruebas públicas de exclusividad, carece de detalles sobre costos de piezas y no aclara si fue aprobado por el Concejo de Regidores. La opacidad se agrava con el misterio sobre los seguros de los camiones adquiridos en la gestión de Manuel Jiménez (2020-2024), de los cuales no hay información sobre su cobertura o gestión. Mientras tanto, el alcalde ha optado por llenar la ciudad de vertederos improvisados en contenedores y furgones, y permite la operación de camiones sin rotular, alimentando sospechas de corrupción por el evidente desorden.
La Dirección General de Compras y Contrataciones Públicas (DGCP) brilla por su ausencia en la fiscalización de estas irregularidades, a pesar de las denuncias ciudadanas. Este organismo, encargado de velar por la transparencia en las contrataciones del Estado, parece ignorar un contrato que levanta tantas banderas rojas. La falta de acción de la DGCP no solo debilita la confianza en los mecanismos de control, sino que también sugiere una preocupante permisividad ante posibles violaciones a la Ley 340-06 de Compras y Contrataciones.
El silencio de los regidores de Santo Domingo Este es igualmente alarmante. A pesar de su rol como fiscalizadores de la gestión municipal, no han levantado la voz sobre este contrato, los seguros de los camiones, los camiones sin rotular o los vertederos improvisados. Este mutismo contrasta con su responsabilidad de proteger los intereses de los munícipes, generando dudas sobre su compromiso o posibles conflictos de interés que los mantienen al margen de estos temas críticos.
La prensa nacional, por su parte, permanece en un mutis sospechoso, posiblemente influenciada por los millonarios montos de publicidad otorgados por el ASDE, según documentos de la propia alcaldía. Mientras la ciudad se ahoga en desorden y opacidad, los medios tradicionales evaden estos temas, dejando a la ciudadanía sin un canal clave para exigir rendición de cuentas. Los RD$49,400,000 y los RD$380 millones invertidos en las flotillas son recursos públicos que merecen transparencia. El ASDE debe publicar los detalles del contrato, aclarar la situación de los seguros, ordenar la recolección de basura y explicar el silencio cómplice de regidores, prensa y la DGCP. Sin respuestas, la desconfianza ciudadana solo crecerá. Exijamos claridad, cuentas y una ciudad bien gestionada
